jueves, 28 de enero de 2016

LIBRO DECAMERÓN DE LA JORNADA VII (SEGUNDA NARRACIÓN MODERNIZADA).

Una chica estaba casada con un hombre de Madrid. Ella era una joven trabajadora, trabajaba cosiendo y haciendo arreglos y su marido un joven albañil. Una mañana salió  muy temprano a ver si había trabajo para que no le faltara de nada a su mujer. Una mañana cuando salía a la calle se enamoro perdidamente de un muchacho muy joven, con él que quedo en un acuerdo. El trato trataba, en que se verían todas las mañanas cuando su marido saliera a buscar trabajo. En la avenida de Mónica  es donde se encontraba la casa y donde muchas veces se encontraron. Uno de esos días el marido llegó antes a la casa. 

Y oyó que su marido  decir desde la calle.

-Cariño abre la puerta soy yo estoy tan feliz de tener a una mujer como tú, que cada vez que me voy cierras la puerta con llave porque te sientes desprotegida de que no estoy qué más puedo pedir. Cariño abre la puerta ya estoy aquí, he venido antes.

Pero Julia escucho la voz de su marido y asaltada dijo.

-No puede ser, Ernesto. Está aquí mi marido métete en es  tinaja mira, allí no va a mirar corre.

Cuando abrió la puerta su marido le dijo que no había trabajado porque era día de fiesta, lo que pasaba que estaba deprimido porque no le había llevado pan a la casa. No tendría nada de pan  para comer  ese mes  hasta que trabajara solo su marido repetía una y otra vez lo feliz que estaba por tenerla y lo afortunado que era por estar con ella.
Después de todo esto le contó  que aquella vasija que ya no utilizaba se la había vendido a una mujer, así había conseguido el pan para un mes y por lo tanto no le había salido tan mal el día y a la vez estaba entusiasmado por haber visto como él quería su mujer.

-   Julia le dijo a marido.

Que ella había vendido la tinaja por siete euros, cuando él la había vendido por solo 5 euros.
Su marido enseguida que lo supo  con mucha educación despidió a quien él había cedido la tinaja y el explica que ya estaba vendido.
Su mujer le lleva hasta donde está la tinaja y ele explicaba  que la estaba viendo, que era un gran experto en vasijas antiguas. Su marido se lo creyó y no hacía nada más que preguntar para el valor que tenia la tinaja viéndosela era lo que le importaba sacar el mayor beneficio de esa antigua tinaja para poder soportar mejor el mes. Cuanto más pudiera sacar mejor, pero no el dijo que estaba en perfectas condiciones para esa cantidad de dinero. Él puso una condición era que limpiara la vasija antes de dársela y así lo hizo la dejó reluciente.


El marido de Julia  estaba entusiasmado y feliz porque pensaba que su mujer también se preocupaba por él, pero en realidad era una infidelidad. Finalmente la muchacha nunca se volvió a encontrarse con el joven Ernesto  porque se sintió afectada por lo que hizo.


http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ita/boccaccio/07_02.htm

No hay comentarios:

Publicar un comentario